Hola viajeros. ¿Qué título tan raro no lo creen?
Bueno, la idea de este pequeño relato, anecdotario o lo que sea que fuera esto que estoy redactando es mi percepción hacia el uso de las fotografías y el ESTAR en un lugar.
Estamos finalizando el 2022 y he valorado los pocos viajes que tuve o incluso momentos. Cada uno de ellos. Es por eso que escribo esto.
¿A quién no le gusta estar tomando montones de fotos cuando estamos de viaje o excursión o incluso tomar fotos a lo que estamos haciendo con nuestros amigos? Digo, tenemos teléfonos inteligentes y muchos de estos dispositivos cuentan con una gran calidad en sus cámaras y, con esto, la evolución de las redes sociales con las famosas aplicaciones de Instagram o Tik Tok (que está más de moda) donde relatamos nuestras vivencias o incluso subiendo historias de lo que hacemos.
Todo esto me puso a pensar y reflexionar sobre el uso que les damos a las redes sociales. Y no me malinterpreten, amo las redes sociales, más Instagram que es la aplicación a la que más subo contenido. Pero he notado con el paso de los años (y no solo yo, supongo que muchos lo han apreciado) que al viajar estamos más dedicados a tomar más fotos que a experimentar el lugar que visitamos. Noto que estamos tan apegados al celular que no vemos qué está pasando a nuestro alrededor y cosa irónica es que sí le estamos prestando atención a lo que no lo está frente a nuestros ojos.
Cada quien viaja como quiere y que haga lo que quiera, pero me llama mucho la atención que en muchas ocasiones estamos obsesionados en tomar fotos "pa" instagram o videos "pa" Tik Tok y que conozcan que la estoy pasando increíble, y reitero, está bien. Yo lo he hecho muchas veces pero no le ponemos atención a lo que es de verdad importante que es el ESTAR o vivir el momento.
Hoy en día tomamos miles de fotos con nuestros celulares, cámaras profesionales, digitales, etc. Pero antes había cámaras de rollo que tenían un límite en cuanto a las fotos. Nunca toqué una de estas pero los fotógrafos de esas épocas me imagino que tenían ya planificadas las fotos en su mente porque no tenían muchas oportunidades de hacer más de 50 como las que usamos hoy en día o más.
Esto me pasó cuando fui por primera vez y en mi cumpleaños, a la mariposa monarca. Estaba tan ansioso de conocer un lugar tan espectacular y pensaba en tomar cientos de fotos y videos y lo hice. Pero en ciertos pasajes del recorrido me dije, "vive el momento, deja a un lado la cámara y observa tu alrededor".
Al año siguiente fui de nueva cuenta a la mariposa pero a otro santuario y ahí paré un poco más en tomar fotos o videos. Y así cada viaje que he hecho últimamente, han ido bajando mis fotografías porque quiero ESTAR presente en ese lugar.
Como puse en el título, estoy haciendo fotos con mi mente. Y estas fotos se convierten inmediatamente en recuerdos que sólo yo y las personas quienes me acompañan vamos a tener y eso para mi lo hace más mágico.
Esto pasó en mi viaje a Veracruz. Un viaje express pero el más mágico porque fui con mi madre y pude ver su mirada al conocer el mar por primera vez. Tomé alrededor de 100 fotos y algunas porque me pidieron que les tomara pero en realidad hubieran sido menos de esa cantidad. Y unos hubieran tomado a su madre miles de fotos y más si es su primera vez conociendo la playa pero yo estaba ahí viviendo el momento con ella y son cosas que me las llevaré hasta mi muerte y algunas la podré contar a mis amigos, hijos (si tengo) pareja o familia en general.
No digo que esto lo hagan de golpe ya es de cada quien si quiere seguir tomando cientos de fotos a cada momento o unas cuantas para compartir y otras que esa persona pueda contar a sus amigos o familiares. Pero siento que nos perdemos al estar más al pendiente en tomar demasiadas fotos que en disfrutar el momento o incluso en revisar mucho tiempo el celular cuando estamos en un viaje, con nuestros amigos platicando entre muchas otras cosas.
Pero bueno, me puse a pensar en esto ya que estamos finalizando un año más y creo que es uno de mis propósitos de año nuevo cuando salga de viaje o con amigos el reducir la cantidad de fotografías que hago y simplemente estar disfrutando cada momento. Sin embargo, sigamos tomando fotos, pero tratemos de hacerlo menos con nuestras cámaras y más con nuestras mentes.
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