¿Habrá personas en el mundo que no les guste viajar? Lo pregunto porque es raro pensar que pueda haber gente que no le guste hacerlo. Claro, se respeta. Sin embargo, hay ciertos momentos donde las personas "escapan" de su realidad y comienzan a descubrir nuevos retos, nuevos lugares, pero sobre todo, a descubrirse a sí mismos. Me dirán "Armando, romantizas mucho las cosas" y les responderé. "Siempre, amigo o amiga." El romantizar siempre estará en mi vida. Hago música, tomo fotos, trato de sacarle en muchas ocasiones lo mejor de cada momento en que viva a pesar de lo mal que lo estoy pasando.
Siento que el romantizar le da más valor a nuestra vida, es luchar por lo que quieres, si bien, no alcanzar todo lo que quieres, pero sí aproximarse a esos deseos utópicos o no tan de este modo.
El romantizar las cosas me ha hecho enamorarme más de los momentos.
Pero Armando, ¿Qué tiene que ver este blog de viajes con romantizar las cosas? Te responderé querida o querido viajero o viajera. Hace un par de años tuve el peor momento que he tenido en mi vida pero a la vez el más emotivo que he tenido. Voy a acuñar el estar felizmente triste. Esto debido a que mi abuelita, que en paz descanse, falleció el 1 de Enero del 2020. Mientras todo el mundo festejaba un nuevo año, nuestra familia y en lo particular, la estábamos pasando muy mal.
Horas antes de que pasara, tuve un momento felizmente triste con mi abuelita. Nunca le había tocado la guitarra y mucho menos cantado. Es por eso que regresé a mi casa y me estaba cuestionando todo el camino en si llevarme mi guitarra y cantarle o no. Al final, me prometí que voy a hacer las cosas porque las siento en ese momento. Me prometí que no basta decirle un "TE QUIERO" o un "TE AMO" a un ser querido o a tu pareja. En ese diálogo interno conmigo mismo juré que lo más importante es demostrar lo que sientes y también a hacer lo que sientes. Así que si no le cantaba a mi abuelita en su último día en este mundo, me lo iba a repudiar por toda mi vida el no hacerlo. Así que tomé mi guitarra le canté mi canción ES HOY (la puedan escuchar en Spotify) y así fue que me despedí de ella. Pensarán que sólo pasa en las películas o series de Hollywood, pero lo hice y me sentí como ya lo comenté al principio, felizmente triste. Porque demostré lo mucho que la quería y que a pesar de su enfermedad de Alzheimer pude notar en su mirada cuanta atención me ponía aunque ya no me reconociera. Y obviamente triste por su partida.
Pero no entiendo Armando ¿Por qué nos cuentas esto?
Fácil. El 6 de Enero fue mi cumpleaños. Cada año viajo solo a un lugar para estar conmigo mismo. Para reflexionar, para... platicar a solas en un lugar donde nadie me conociera. Y, ¿A qué voy con el romanticismo y mi historia triste? Debido a que me prometí hacer y a demostrar lo que siento, decidí pasar un tiempo conmigo después de 3 años sin hacerlo en ese día tan especial para mi. Y porque tenía tanta energía negativa que ya ocupaba salir y disfrutar un tiempo a solas.
En este caso, ese día me llevé mi guitarra por primera vez en solitario a un famoso lago llamado Lago de Camécuaro cerca de Zamora, Michoacán. Ese día tomé fotos malísimas pero no me importaban ya que lo que quería era tocar y cantar un poco sentado en la tierra con los pies descalzos por unos minutos mientras estos tocaban la fresca agua del lago y sólo dejarme llevar por los sonidos de las personas divirtiéndose, de los animales, etc. Puedo decir que fue el día más relajado que he tenido en mi vida.
La historia de mi abuelita me puso a reflexionar todo este tiempo de lo importante que es estar contigo mismo, de demostrar lo que sientes y que no se queden en simples palabras. Porque la gente hoy en día te dice "Eres un gran amigo o amiga" o "Eres mi persona favorita por eso te quiero mucho" pero no lo demuestran. Esas palabras tan bonitas se sienten bien, pero son efímeras. En cambio los actos, las demostraciones o los momentos se quedan para siempre. ¿Por qué creen que muchas personas amantes de los viajes mencionan "La mejor inversión es viajar"? Porque sencillamente los recuerdos que vas a tener, las experiencias de todo lo vivido en un lugar siempre los llevarás en tu memoria o incluso en fotografías o videos y eso no te lo quitará nadie.
Por eso, cada 6 de enero viajo. Pero esta vez fue el cumpleaños más especial que he tenido en años y también muchos viajeros te mencionarán que viajar te ayuda mucho en tantos aspectos que lo vas a volver a hacer una y otra vez. Y yo se los digo como una fuente confiable que es totalmente cierto. Viajar de la manera en que lo hice, me alivió tanto que sanó muchas heridas, pude despedirme de muchas cosas y de darme cuenta de otras tantas que me tenían atado.
Por eso el romantizar se ha vuelto parte fundamental en mi vida. Y no, nunca he meditado. Tampoco estoy profesando alguna religión. Simplemente me demuestro A MI MISMO lo mucho que me quiero. Porque está muy bien demostrar afecto por los demás, de hecho, es excelente hacerlo, pero también es hacerlo contigo mismo y decirte esas palabras efímeras pero transformadas en acciones (sean pequeñas o grandes) como una forma de demostrar todo lo que vales, lo mucho que te amas y de seguir pensando a lo grande siempre y cuando vayas poco a poco por esas metas.
El viajar con este romanticismo me abrió más la mente y conocer nuevos horizontes (no he fumado nada, lo prometo). Al final, cada quien viaja a su manera, pero en definitiva, les aseguro que viajar puede hacer grandes cambios en ti mismo.
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