Con anterioridad les contaba sobre la muy bonita ciudad de Querétaro donde pude pasar un día muy cansado pero de mucho aprendizaje.
Sin embargo, mi camino debía seguir. Al día siguiente tuve que dirigirme a la central de autobuses para partir al pueblo mágico de Tequisquiapan, muchos decían que era muy bonito, yo me animé a ir porque me gusta pueblear y ver qué cosas podía hacer, solo que tenía el inconveniente de tener mi maleta y aparte mi equipo de fotografía.
Al llegar a la central de autobuses, tuve que desayunar en una fondita donde pude platicar con la señora un buen tiempo mientras esperaba mi autobús.
Ya una vez estando en Tequisquiapan tuve que ir a comprar unos quesos panela de cabra que tenían diferente especias y otros tenían nueces, muy ricos por cierto, sin embargo en ese viaje tuve que cargarlos todo lo que restaba de mi viaje, tuve la suerte de que no se echaran a perder.
En fin, estuve caminando por gran parte del pueblo con mi mochila que tenía mi equipo fotográfico y además mi maleta y les seré muy honesto, en lo particular no me gustó el lugar. Hay lugares que no son para ti, pero no lo sabrás hasta que lo experimentes. Tenía la intención de ir a probar vinos y era lo que buscaba pero no encontraba ya que era temprano y prácticamente muchos puestos estaban cerrados. Eso sí, no dudé en comprar unos llaveritos, muchos saben que me gustan mucho coleccionar estos objetos.
Al final me tuve que ir, no duré ni 4 horas en el lugar, son de esos momentos en que te das cuenta que tienes que hacer un balance de si estar más tiempo en el sitio o irse a explorar y tener más tiempo conociendo otros lugares. Así fue conmigo, agarré mis cosas y me fui del lugar rumbo a Bernal, un pueblo mágico que ansiaba conocer.
Durante todo el camino estaba viendo el lugar donde me iba a quedar. Era un Airbnb que se llama Habitación Casa Ganesha. Estaba mensajeando con la persona que me iba a rentar una habitación.
Ya cuando llegué a Bernal lo primero que hice fue ir a comer, tenía mucha hambre y me dirigí a una especie de mercado gastronómico. Comí unas gorditas espectaculares, eso sí, en Bernal y me imagino que en todo Querétaro predominan las "gorditas" Es una especie de tortilla de maíz pero más gruesa y en el interior la rellenan de carne o lo que el puesto de comida tenga. En mi caso probé una de mole y otra de pollo.
Después de la comida me dirigí a mi Airbnb, tuve que caminar con mi maleta y mochila en un camino empedrado, no todo el tiempo tengo que aclarar, mientras hacía mucho calor. Fue una caminata dura, no por el tramo, sino por la carga que tenía. Al final llegué un poco cansado pero disfruté de un par de horas en mi habitación que me entregó la persona del Airbnb y tengo que decir que fue mejor de lo que esperaba y que había visto en las fotos. No sabía que tenía una espectacular vista hacía la Peña, muy cerca de la casa donde me hospedé.
Por último, dejé mis cosas en la habitación, tomé mi celular y mi cámara junto con mi trípode dentro de mi mochila, y salí a pueblear por todo el lugar lo que restaba de la tarde y parte de la noche. Pero esa experiencia se las cuento en mi siguiente publicación.
Sin embargo, mi camino debía seguir. Al día siguiente tuve que dirigirme a la central de autobuses para partir al pueblo mágico de Tequisquiapan, muchos decían que era muy bonito, yo me animé a ir porque me gusta pueblear y ver qué cosas podía hacer, solo que tenía el inconveniente de tener mi maleta y aparte mi equipo de fotografía.
Al llegar a la central de autobuses, tuve que desayunar en una fondita donde pude platicar con la señora un buen tiempo mientras esperaba mi autobús.
Ya una vez estando en Tequisquiapan tuve que ir a comprar unos quesos panela de cabra que tenían diferente especias y otros tenían nueces, muy ricos por cierto, sin embargo en ese viaje tuve que cargarlos todo lo que restaba de mi viaje, tuve la suerte de que no se echaran a perder.
En fin, estuve caminando por gran parte del pueblo con mi mochila que tenía mi equipo fotográfico y además mi maleta y les seré muy honesto, en lo particular no me gustó el lugar. Hay lugares que no son para ti, pero no lo sabrás hasta que lo experimentes. Tenía la intención de ir a probar vinos y era lo que buscaba pero no encontraba ya que era temprano y prácticamente muchos puestos estaban cerrados. Eso sí, no dudé en comprar unos llaveritos, muchos saben que me gustan mucho coleccionar estos objetos.
Al final me tuve que ir, no duré ni 4 horas en el lugar, son de esos momentos en que te das cuenta que tienes que hacer un balance de si estar más tiempo en el sitio o irse a explorar y tener más tiempo conociendo otros lugares. Así fue conmigo, agarré mis cosas y me fui del lugar rumbo a Bernal, un pueblo mágico que ansiaba conocer.
Vista de la Habitación Casa Ganesha, Bernal. |
Ya cuando llegué a Bernal lo primero que hice fue ir a comer, tenía mucha hambre y me dirigí a una especie de mercado gastronómico. Comí unas gorditas espectaculares, eso sí, en Bernal y me imagino que en todo Querétaro predominan las "gorditas" Es una especie de tortilla de maíz pero más gruesa y en el interior la rellenan de carne o lo que el puesto de comida tenga. En mi caso probé una de mole y otra de pollo.
La Peña, Bernal, Querétaro. |
Por último, dejé mis cosas en la habitación, tomé mi celular y mi cámara junto con mi trípode dentro de mi mochila, y salí a pueblear por todo el lugar lo que restaba de la tarde y parte de la noche. Pero esa experiencia se las cuento en mi siguiente publicación.
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