Después del anterior día lleno de emociones como nadar en el río Tampaón y asombrarse del jardín surrealista de Edward James. Ahora nos tocaba visitar Cascada Minas Viejas ubicada en el Municipio El Naranjo. En este día tocaba realizar un par de actividades, una de las cuales no realicé. Más adelante les comentaré la situación.
Para llegar a la Cascada Minas Viejas saliendo de Aquismón, el autobús se hizo un viaje de aproximadamente 3 horas. Un trayecto bastante complicado y cansado para algunos del autobús. Por esa razón es más recomendable un coche propio o rentado.
Cuando por fin llegamos a la cascada, yo no me imaginaba que el lugar fuera tan bonito en persona. Antes de cada viaje yo hago una pequeña investigación a cerca de los lugares que visitaré y si valen la pena o no, en este caso no fue mi decisión estar en estos lugares pero fue sorprendente conocer este sitio.
Mi primera impresión fue sacar rápidamente mi cámara para tratar de lograr una buena foto, y también aprovechar un par de fotos a mis compañeros de viaje.
En este lugar no me animé a nadar pero se puede y también por lo que estuve viendo, se puede pagar por un chaleco para los más pequeños o quienes no sepan nadar. Aunque es recomendable utilizarlo para prevenir accidentes.
Una parte de la que no me animé en nadar fue simplemente disfrutar el momento, pocas veces las personas se toman un tiempo para reflexionar y observar al mismo el paisaje. Yo lo hice y no me arrepiento.
Nuestra estancia en ese lugar fue un poco corto, (por eso no me gusta tener un itinerario tan fijo y sin flexibilidad) así que nuestra siguiente parada era una serie de cascadas donde podrías saltar.
En esa actividad yo no me animé a saltar debido a dos situaciones, no sé nadar y tengo miedo a las alturas, creo que era momento de vencer esos miedos pero no pasó y a veces me arrepiento en no hacerlo pero algún día lo realizaré y no se dará marcha atrás. Así que el día terminó después de esta actividad y teníamos que regresar a una fiesta en el hotel aunque un poco mal organizada debido a que el día siguiente nos teníamos que levantar muy temprano para partir al sótano de las golondrinas. Pero esa es otra historia.
Cascada Minas Viejas |
Cuando por fin llegamos a la cascada, yo no me imaginaba que el lugar fuera tan bonito en persona. Antes de cada viaje yo hago una pequeña investigación a cerca de los lugares que visitaré y si valen la pena o no, en este caso no fue mi decisión estar en estos lugares pero fue sorprendente conocer este sitio.
Mi primera impresión fue sacar rápidamente mi cámara para tratar de lograr una buena foto, y también aprovechar un par de fotos a mis compañeros de viaje.
En este lugar no me animé a nadar pero se puede y también por lo que estuve viendo, se puede pagar por un chaleco para los más pequeños o quienes no sepan nadar. Aunque es recomendable utilizarlo para prevenir accidentes.
Cascada Minas Viejas |
Una parte de la que no me animé en nadar fue simplemente disfrutar el momento, pocas veces las personas se toman un tiempo para reflexionar y observar al mismo el paisaje. Yo lo hice y no me arrepiento.
Nuestra estancia en ese lugar fue un poco corto, (por eso no me gusta tener un itinerario tan fijo y sin flexibilidad) así que nuestra siguiente parada era una serie de cascadas donde podrías saltar.
En esa actividad yo no me animé a saltar debido a dos situaciones, no sé nadar y tengo miedo a las alturas, creo que era momento de vencer esos miedos pero no pasó y a veces me arrepiento en no hacerlo pero algún día lo realizaré y no se dará marcha atrás. Así que el día terminó después de esta actividad y teníamos que regresar a una fiesta en el hotel aunque un poco mal organizada debido a que el día siguiente nos teníamos que levantar muy temprano para partir al sótano de las golondrinas. Pero esa es otra historia.
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