San Luis Potosí Cascada de Tamul

Cuando decidí estudiar Turismo, nunca imaginé viajar tanto.

Hola a todos de nuevo a este Jueves tradicional de #NotasViajeras.

Ahora les contaré mi viaje a San Luis Potosí (SLP)

Hace ya dos años tuve la oportunidad de asistir a SLP. Todo surgió por una publicación en facebook por una empresa llamada Intégrate dedicado especialmente para público joven que gusta de ir a fiestas y conocer nuevas personas entre ellos extranjeros.

Me contacté con el responsable de mi Estado y me "uní" a él para apoyarlo en cuestión de poder llevar más personas a su primer congreso de Turismo que se realizaría en SLP. 

Cascada de Tamul

Al final, varios compañeros de mi escuela decidieron asistir a este congreso. Yo les cuento la verdad a ustedes como viajeros y sin el afán de ofender el trabajo de los demás pero el congreso si fue bastante malo. Yo ya venía de hacer un congreso por parte de mi escuela y observé muchas cosas que en este congreso faltaron, entre ellos la seriedad. Pero ese es otro tema. Lo que sí valió la pena fueron los recorridos que hicimos.

Una vez estando en tierras potosinas, tuvimos nuestra primera parada en un lugar mágico, rodeado de naturaleza, esas sensaciones que pocas veces puedes tener. Hablo de la Cascada de Tamul.

Este lugar fue espectacular, después de 8 o más horas en el autobús, bajarnos y ver que nuestra primera parada era la Cascada de Tamul, a todos nos hizo reanimarnos y sentirnos con mucha energía, al menos para mi así fue. 

En este sitio tuve la mejor experiencia de mi vida y un poco trágico pero increíble.

Antes que nada, hago hincapié en que NO SE NADAR. 

Llegamos en canoa hasta la cascada más impresionante que he conocido y de regreso tuvimos la oportunidad de elegir si regresar en canoa o nadando.

Río Tampaón

Una de las experiencias que todo viajero debe hacer es nadar en el río, que la corriente te lleve. En esa ocasión no sé qué pasó en mi mente que decidí aceptar el reto de saltar de la canoa (aunque tenía mi chaleco salvavidas) y nadar hasta la cueva del agua.

En unos pequeños rápidos yo sentía que me ahogaba y lo peor de todo es que delante y detrás de mi no había nadie así que me resigne a esta vida... pero todo se me pasó y pude llegar un poco tarde a donde todos estaban. 

Vista cerca de la cueva de agua

Al final del susto, pude conocer la cueva del agua aunque no me metí, ya que había recibido muchos sustos en pocas horas, así que fui a explorar un puente colgante y tomar unas fotos para el recuerdo.

Después de esta experiencia en la Cascada de Tamul, regresamos al autobús donde nos esperaban para ir a un lugar bastante surrealista... pero esa es otra historia.