Uno de los primeros viajes del 2015 fue Zamora, Michoacán.
Este viaje fue el primero que hice en solitario a un lugar relativamente lejos de donde vivo.
Tenía las ganas, motivación y en ese tiempo ya contaba con mi cámara reflex Nikon. Así que más motivación no podía tener.
El viaje no fue planeado al 100% porque soy de las personas que puede improvisar a la hora de estar en el lugar.
Primero tuve que madrugar para poder disfrutar mi día de excursión y por qué no, celebrar mi cumpleaños que, aunque ya había pasado un mes de eso, tenía la necesidad de salir a gozar un poco de un viaje corto.
Aquel día fue de los mejores momentos que pude pasar. Cuando se viaja solo, lo único que puedes hacer es pensar en ti y del momento que estás viendo ante tus ojos, se te olvidan los problemas y no tienes que lidiar con problemas personales o que hayas dejado en casa.
Estando en el camión ya establecido en Zamora, pude ver a lo lejos ese increíble Santuario Guadalupano que me erizó la piel.
Ya en la central de autobuses de Zamora hice mi primera improvisación del viaje. Tomé otro camión directo a Ixtlán de los Hervores donde quería ver un geiser, aproximadamente tomó 1 hora o 1 hora y media de camino hacia ese lugar.
El calor era insoportable pero llegando a Ixtlán, vi un balneario donde estaba el geiser, compré el boleto y fui a ver el geiser... lamentablemente no era lo que esperaba, todo por no investigar bien perdí tiempo muy valioso al ir a ese lugar.
No lo digo por que estaba feo, no, al contrario, el balneario me resultó lindo, con un ambiente familiar y con muchos niños disfrutando del lugar. Para mi, no era lo que buscaba, así que sólo duré menos de 30 minutos y regresé a Zamora.
Después de tomar el autobús a Zamora, visité el Santuario Guadalupano, esa increíble iglesia que de cerca me dejó aún más impactado. El interior era espectacular ya que era la primera vez que visitaba una iglesia de este estilo.
Duré mucho tiempo paseando por alrededores de la iglesia tomando muchas fotos y videos pero una de las razones por las que fui a visitar Zamora era el Lago de Camécuaro. Si bien no está en Zamora, si lo está como a 30 minutos en autobús aproximadamente y a unos 15 minutos de Tangancícuaro.
Esa tarde estando en el lago, fue de los momentos que uno quisiera vivir constantemente, viendo gente convivir, jugar, nadar, divertirse en el lugar. Dejar los problemas que tienen a un lado y gozar el momento conectándose con el lugar, fue increíble.
Claro, yo tomando fotos a mas no poder, escuchando música relajante, estar mirando el paisaje, hacer fotografías mentales para poder grabar mejor ese momento, son de esas experiencias que uno agradece estar vivo, estar reflexionando sobre todo lo que pueda venir, bueno o malo.
Este tipo de lugares inspira y eso fue lo que me llevé de Zamora, todo lo que pude reflexionar y todo lo bello que pude observar, regresé más motivado a casa, más feliz y sobre todo, con más ganas de VIAJAR.
Este viaje fue el primero que hice en solitario a un lugar relativamente lejos de donde vivo.
Tenía las ganas, motivación y en ese tiempo ya contaba con mi cámara reflex Nikon. Así que más motivación no podía tener.
El viaje no fue planeado al 100% porque soy de las personas que puede improvisar a la hora de estar en el lugar.
Primero tuve que madrugar para poder disfrutar mi día de excursión y por qué no, celebrar mi cumpleaños que, aunque ya había pasado un mes de eso, tenía la necesidad de salir a gozar un poco de un viaje corto.
Aquel día fue de los mejores momentos que pude pasar. Cuando se viaja solo, lo único que puedes hacer es pensar en ti y del momento que estás viendo ante tus ojos, se te olvidan los problemas y no tienes que lidiar con problemas personales o que hayas dejado en casa.
Estando en el camión ya establecido en Zamora, pude ver a lo lejos ese increíble Santuario Guadalupano que me erizó la piel.
Ya en la central de autobuses de Zamora hice mi primera improvisación del viaje. Tomé otro camión directo a Ixtlán de los Hervores donde quería ver un geiser, aproximadamente tomó 1 hora o 1 hora y media de camino hacia ese lugar.
Ixtlán de los Hervores |
No lo digo por que estaba feo, no, al contrario, el balneario me resultó lindo, con un ambiente familiar y con muchos niños disfrutando del lugar. Para mi, no era lo que buscaba, así que sólo duré menos de 30 minutos y regresé a Zamora.
Santuario Guadalupano |
Después de tomar el autobús a Zamora, visité el Santuario Guadalupano, esa increíble iglesia que de cerca me dejó aún más impactado. El interior era espectacular ya que era la primera vez que visitaba una iglesia de este estilo.
Duré mucho tiempo paseando por alrededores de la iglesia tomando muchas fotos y videos pero una de las razones por las que fui a visitar Zamora era el Lago de Camécuaro. Si bien no está en Zamora, si lo está como a 30 minutos en autobús aproximadamente y a unos 15 minutos de Tangancícuaro.
Interior Santuario Guadalupano |
Esa tarde estando en el lago, fue de los momentos que uno quisiera vivir constantemente, viendo gente convivir, jugar, nadar, divertirse en el lugar. Dejar los problemas que tienen a un lado y gozar el momento conectándose con el lugar, fue increíble.
Lago de Camécuaro |
Lago de Camécuaro |
Claro, yo tomando fotos a mas no poder, escuchando música relajante, estar mirando el paisaje, hacer fotografías mentales para poder grabar mejor ese momento, son de esas experiencias que uno agradece estar vivo, estar reflexionando sobre todo lo que pueda venir, bueno o malo.
Este tipo de lugares inspira y eso fue lo que me llevé de Zamora, todo lo que pude reflexionar y todo lo bello que pude observar, regresé más motivado a casa, más feliz y sobre todo, con más ganas de VIAJAR.
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