San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Parte II

Anteriormente había hablado sobre la primera noche que pasamos en esta bella comunidad, a pesar del largo viaje que hicimos, el primer día no decepcionó a nadie, al contrario todos estábamos felices y emocionados para seguir explorando este pueblo.

El segundo día fue mejor que el anterior, todos estábamos contentos de estar en un pueblo mágico y no cualquier pueblo mágico, sino el más reconocido.

Me desperté a las 7 am para arreglarme para bajar a desayunar, pero como no era la hora del desayuno, (se servía a las 8 am) decidí salir del hotel para caminar por las calles de este sitio. Caminé por media hora y tan sólo esa media hora bastó para entender en donde estaba situado. No me imaginaba escuchar el dialecto que se hablaba en este lugar y mucho menos escucharlo en un pequeño mercado, esto me motivó más y seguí mi recorrido por este sitio, pero era muy temprano y muchos puestos se encontraban cerrados, así que regresé al hotel para el desayuno.
  
Ya en el hotel, me adentré al restaurante y observé una gran variedad de comida como yogurt, cereal, huevos, jugo de naranja, pan dulce, entre otros alimentos que nos prepararon los chefs del restaurante.

Después del desayuno, se tenía planeado en el itinerario visitar el museo del ámbar, así empezó nuestro recorrido por la comunidad, en la cual observamos varios museos especializados en el ámbar y otros en el jade.
Al momento de llegar al museo, me emocioné al ver el paisaje tan bello del lugar. Al momento de entrar, aprecié varias piezas tanto de jade como de ámbar en venta y de verdad los precios estaban en la gran mayoría accesibles. En el recorrido del museo nos estuvieron diciendo sobre las imitaciones que hacían algunos vendedores de este material precioso como es el ámbar.

Panorámica del museo del ámbar

Museo del ámbar

Ámbar

Al final del recorrido algunos de mis compañeros decidieron comprar cadenas, pulseras, aretes u otros objetos que les interesaron. Después de tener una experiencia muy agradable sobre el museo y en especial del ámbar, seguimos con el itinerario el cual indicaba visitar a un señor que hablaba varios idiomas y dialectos de la ciudad como el tzotzil, tzeltal entre otros dialectos hablados en este estado para observar las diferentes culturas a través de su vestimenta.

Nos estuvo contando una historia breve de esas vestimentas tan hermosas, y al final nos puso una presentación de los lugares que ha visitado para ayudar a esas comunidades marginadas sin recibir dinero a cambio.


Observé algunas fotografías fuertes e impactantes de las heridas que tenían los habitantes de esos pueblos y de sus obras de caridad que él hizo en algunas comunidades. De verdad un momento muy especial y que jamás se me olvidará, este señor merece todo mi respeto por lograr que otras comunidades, (casi sin apoyo del gobierno) reciban de parte de él, una ayuda muy importante.
El día casi llegaba a su fin pero faltaba la vida nocturna de este precioso pueblo mágico, pero esa es otra historia.