Uno de los primeros viajes del 2015 fue Zamora, Michoacán. Este viaje fue el primero que hice en solitario a un lugar relativamente lejos de donde vivo. Tenía las ganas, motivación y en ese tiempo ya contaba con mi cámara reflex Nikon. Así que más motivación no podía tener. El viaje no fue planeado al 100% porque soy de las personas que puede improvisar a la hora de estar en el lugar. Primero tuve que madrugar para poder disfrutar mi día de excursión y por qué no, celebrar mi cumpleaños que, aunque ya había pasado un mes de eso, tenía la necesidad de salir a gozar un poco de un viaje corto. Aquel día fue de los mejores momentos que pude pasar. Cuando se viaja solo, lo único que puedes hacer es pensar en ti y del momento que estás viendo ante tus ojos, se te olvidan los problemas y no tienes que lidiar con problemas personales o que hayas dejado en casa. Estando en el camión ya establecido en Zamora, pude ver a lo lejos ese increíble Santuario Guadalupano que me erizó la piel.